Insecto Odonatos

A este grupo pertenecen las libélulas, que conocemos con el nombre de matapiojos. Tienen una apariencia bastante curiosa, ya que poseen unos ojos muy abultados, el abdomen muy largo y el tórax mucho más grueso, desde donde salen sus dos pares de alas.

La cabeza, que es de gran movilidad, presenta un par de antenas pequeñitas, los ojos, y un fuerte aparato bucal con grandes mandíbulas adaptadas para cazar otros insectos.
Dentro de los insectos, los odonatos son el grupo al que pertenecen las tan conocidas libélulas y los caballitos del diablo. Son insectos muy ligados al medio acuático, puesto que las larvas se desarrollan en los cursos de agua, ya sean arroyos, charcas o lagunas y embalses; algunas muestran una gran especificidad al hábitat, por lo que son buenos indicadores biológicos de las condiciones ambientales del medio.

Como todos los insectos, los odonatos tienen el cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen.

El tórax está dividido en dos partes, el protórax y el sintórax. El primero es un pequeño segmento que aparece tras la cabeza mientras que el segundo se origina de la fusión de los dos segmentos posteriores del tórax (mesotórax y metatórax); esta segunda parte está mas desarrollada ya que es aquí donde se encuentran ancladas las alas, que disponen de poderosos músculos. Las patas son finas y presentan finas espinas; no son aptas para andar pero sí para capturar presas durante el vuelo, agarrarse a vegetales o incluso trepar por ellos.
Las alas son grandes y con una venación marcada; no se pueden plegar sobre el tórax por lo que siempre aparecen expandidas, ya sea verticalmente en los Zygoptera (caballitos del diablo) u horizontalmente en los Anisoptera (libélulas). Estos dos grupos son los dos subórdenes en los que se dividen los odonatos; los zigópteros tienen los dos pares de alas similares y con la base reducida, mientras que los anisópteros presentan los dos pares de alas desiguales y su base está ensanchada. Es importante fijarse, al igual que en otros muchos insectos, en la venación de las alas, ya que tiene interés taxonómico y por tanto ayuda a la hora de identificar correctamente muchas especies; en el extremo del ala aparece una celdilla opaca y frecuentemente coloreada, el pterostigma; el nodo, situado más o menos en la mitad del ala es otra estructura alar situada en la mitad del ala o cerca de la base originada por la unión de dos venas más anteriores, cuya función es reforzar el ala; en la parte basal del ala de los anisópteros aparece una membrana opaca que no está delimitada por venas, la membránula, más notoria en el ala posterior.
El abdomen es largo, cilíndrico en unos y aplanado en otros. Está formado por diez segmentos más otro vestigial, cada uno con aberturas respiratorias laterales. El macho presenta la apertura genital en el segmento IX y el órgano copulador en la parte inferior de los segmentos II y III; este órgano está formado por un pene o edeago, una vesícula seminal y unas estructuras llamadas hámulos que a modo de ganchos sirven para retener la hembra. La hembra, cuyo abdomen es más corto, tiene la abertura genital bajo los segmentos VIII y IX; en algunos grupos aparece además un ovopositor formado por tres pares de largos apéndices. Tanto en el macho como en la hembra aparece en el segmento X un par de apéndices en la parte superior conocidos como cercoides. Además, en los machos de libélulas, en el segmento XI en la parte inferior se encuentra la lámina supraanal, mientras que en los caballitos del diablo aparecen dos apéndices llamados cercos; estas estructuras se llaman apéndices anales y son empleados por los machos para retener a la hembra durante la cópula y son específicos, lo cual dificulta la cópula entre individuos de especies diferentes.




No hay comentarios:

Publicar un comentario