El grillo topo, presenta un cuerpo de color ocre marrón oscuro, cubierto de un bello aterciopelado, teniendo un tamaño de 3 a 5 cm de largo, según la especie. es de metamorfosis incompleta por lo cual los grillo jóvenes o ninfas se parecen a las formas adultas, siendo fácilmente identificables pues las ninfas no tienen alas y los adultos pueden llegar hasta los 9 kilómetros de distancia. S
Sus patas delanteras están engrosadas para cavar túneles superficiales algunas veces, pero pueden hacer cuevas que llegan a 20 cm de profundidad, dificultando su control.
Los vuelos de apareamiento se producen en la primavera. Las hembras depositan los huevos en las cuevas a varios cm, de la superficie del suelo. Las ninfas (estados juveniles), salen de sus huevos con los primeros calores y comienzan a alimentarse, como los adultos, de las raices del césped. De noche y especialmente en suelos húmedos, están activos cavando galerías bajo el suelo y alimentándose de las raíces.
Los adultos comienzan a verse a fines del verano y principios del otoño, reiniciando el ciclo biológico.
En el invierno, el grillo topo, cava galerías muy profundas con el objeto de escapar a las bajas temperaturas, reiniciando su actividad con temperaturas nocturnas de los 16ª C para arriba. Puede generar hasta dos camadas por año, llegando a adultos algunas especies a los dos años.
El grillo topo es un insecto excavador que pasa mucho de su tiempo bajo tierra excavando largas madrigueras.
Durante el periodo de celo, el grillo topo emite unos cantos para atraer a la hembra y es el momento de su vida en el que estos animales hacen uso de sus alas, pues el resto del año casi nunca vuelan.
El grillo topo posee unas piezas bucales masticadoras bien desarrolladas para roer las duras raíces de las plantas, aunque estos insectos dedican más tiempo a cazar pequeños invertebrados del suelo.
No existe dimorfismo sexual en esta especie ya que ambos sexos se parecen enormemente. El grillo topo hembra, sin embargo, no posee ovopositor. En los grillos verdaderos el ovopositor o también llamado oviscapto es el órgano encargado de la puesta de los huevos.
El grillo topo tarda 2 años, aproximadamente, en llegar a la madurez sexual y tiene un ciclo reproductor de tipo bianual (2 generaciones por año). Este insecto alcanza el estado adulto a principios de otoño, en octubre.
Los machos, situados en la entrada de la galería, durante la noche, cuando entran en celo, a principios de mayo, emiten un débil canto. Poco después se aparean, cuando el macho consigue atraer a una hembra con su canto. El mecanismo de producción de su llamada es el mismo que el de todos los grillos, frotan ala contra ala.
La puesta, que efectúa el grillo topo hembra en verano, se lleva a cavo dentro de la galería en una especie de nido de unos 30 cm de profundidad por 9 cm de diámetro.
El grillo topo hembra cuida de su descendencia, tanto de los huevos como de sus crías. Las larvas, al cabo de 1 mes de vida, abandonan el nido y los cuidados de la hembra. Las larvas de grillo topo salen del huevo al final del verano. Las larvas se parecen mucho a los grillo topo adultos pero carecen de alas.
El desarrollo larvario en esta especie dura más de 1 año. En total, el grillo topo pasa por 4 mudas a lo largo de su vida como larva. Durante su primer año de vida, las larvas pasan por 2 mudas, luego se adentran más en el suelo para hibernar. En marzo o abril, salen de la hibernación, se sitúan más cerca del nivel del suelo y sufren 2 mudas más.
En primavera, el grillo topo adulto practica túneles a distintos niveles del suelo. Gryllotalpa gryllotalpa es una especie de insecto que cuando bajan las temperaturas, a finales de octubre, siempre hiberna y lo hace desde pocos centímetros hasta 1 metro bajo tierra. Los individuos que hibernan se encuentran en la etapa de adulto o en la 2ª fase de desarrollo larvario.
El grillo topo es un animal de vida subterránea que vive en las galerías que el mismo construye. Prácticamente, solamente las abandona cuando se inundan, o bien, en grandes números, durante las noches de buen tiempo.
Estas dos circunstancias hacen del grillo topo un animal muy difícil de ver, lo que se traduce en que cuando vemos un grillo topo en el jardín, en realidad, con toda certeza, hay muchísimos más de estos insectos en el suelo.
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