Hongo Gyromitra infula

Píleo de 3.0 a 10.0 cm de diámetro, de 2.0 a 10.0 cm de alto, cuando joven muchas veces tiene forma de copa, cuando maduro desarrolla pliegues en forma irregular, de apariencia lobulada, casi en forma de "cerebro", superficie lisa, pardo castaño oscuro. Estípite de 1.0 a 8.0 cm de largo, de 0.8 a 3.0 cm de ancho, hueco por dentro, superficie de lisa o aterciopelada, color blancuzco a pardo castaño. 
Podemos encontrarlos creciendo en madera descompuesta y humus. 
en forma de mitra o de silla de montar, en ocasiones arrugado y deforme, lobulado irregularmente, según el grado de humedad se presenta pardo rojizo o netamente pardo, tiene un tamaño considerable, pudiendo sobrepasar los 10 cm.
en forma de mitra o de silla de montar, en ocasiones arrugado y deforme, lobulado irregularmente, según el grado de humedad se presenta pardo rojizo o netamente pardo, tiene un tamaño considerable, pudiendo sobrepasar los 10 cm.
en forma de mitra o de silla de montar, en ocasiones arrugado y deforme, lobulado irregularmente, según el grado de humedad se presenta pardo rojizo o netamente pardo, tiene un tamaño considerable, pudiendo sobrepasar los 10 cm.
Es una especie tóxica en estado crudo, aunque algunos autores la dan como comestible previa desecación nosotros no recomendamos su consumo, no merece la pena, por todo ello preferimos clasificarla como seta tóxica. Puede parecerse a otras Gyromitras como la Gyromitra Esculenta o la Gyromitra Gigas, ambas primaverales y con el sombrero mucho más plegado.
Toxica en crudo pudiendo resultar incluso mortal aunque según en qué zonas se le considera comestible e incluso resultar muy valoradas siendo, eso si, bien cocinadas previamente. De cualquier manera se aconseja no consumirla.

La intoxicación no se manifiesta hasta pasadas algunas horas, dando lugar a trastornos digestivos como vómitos y náuseas  seguidos de deshidratación, hipotensión y alteraciones del ritmo cardíaco. En casos graves hay trastornos nerviosos y alteración(llegando a causar hemolisis) y del bazo.

El veneno responsable de la toxicidad es la giromitrina, muy tóxico en solución acuosa o al vapor, de lo cual se deduce que es posible intoxicarse sin llegar a comer setas. En el organismo la giromitrina se transforma a través de la hidrólisis en una sustancia toxica con capacidad hemolítica y cancerígena. Esta sustancia es acumulativa, por lo que la consumición sucesiva de pequeñas cantidades de estas setas llega a ser tóxica.




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