Hongo Laccaria amethystina


Esta especie se puede encontrar en los bosques de hojas caducas y de coníferas de las zonas templadas de Norteamérica, American Central y Sudamérica, Europa y Asia. Aunque tienen un fuerte color púrpura cuando son jóvenes, los especímenes más viejos pierden su coloración brillante y son más difíciles de identificar por lo que se les llaman también “ilusionistas”. Aunque es técnicamente comestible, no se considera una buena opción comerlos especialmente porque ciertos contaminantes del suelo, como el arsénico, se pueden acumular en este hongo.
Laccaria amethystina. Conocido también como Lacaria amatista. Es una especie bastante común que puede encontrarse en cualquier tipo de hábitat. Crece sobre el suelo. Sus estaciones preferidas son: el verano y el otoño. Buen comestible, desechando la base del pie. Muy abundante en Sanabria y Carballeda, no se comercializa.
La Laccaria amethystina es una preciosa seta color amatista, o lo que es lo mismo, lila. Micorriza frondosas (castaños, roble...) y coní­feras (pinos) y sale en grupos. Suele salir entre las hojas, por lo que resulta bastante difícil de ver, pero una vez que ves la primera ya acostumbras la vista y las localizas fácilmente. Esta seta se describe como buen comestible, riquí­sima a la plancha con un buen aceite de oliva y sal. Lo mejor de todo es que es fácil de recoger sin confundirla si sigues la descripción que te dan las claves de micologí­a.

Sombrero de color amatista, al igual que el himenio, en forma de láminas gruesas y espaciadas y el pié (siempre del mismo color) es largo y fibroso. Según van madurando tiende a un color más pardo sobre todo en la cutí­cula (pielecilla que recubre el sombrero). Se puede confundir con otras dos variedades del mismo género igualmente buenos comestibles: Laccaria bicolor y Laccaria laccata.
Las Laccaria, de las cuales no existen muchas especies, son setas que no tienen un gran tamaño, más bien esbeltas, con laminillas espaciadas y consistencia de la carne bastante tenaz, todas comestibles, L. amethystina, que se reconoce, con cierta facilidad, por el color violeta oscuro en cada una de sus partes.

El sombrero, no muy ancho, con margen liso y casi liso en la superficie, tiene color violeta cuando el tiempo es húmedo pero puede desteñirse hacia una tonalidad próxima al blanco en tiempo seco, color que contrasta con el de las laminillas que mantienen el tono original. Las laminillas son violetas, espaciadas, adheridas al pie. El pie, muy largo, de color violeta como el resto de la seta, es de consistencia bastante tenaz y su superficie, no regular, aparece longitudinalmente casi estriada, a veces comprimida. La carne, violeta, no tiene olores ni sabores particulares.
De un llamativo color violeta, que puede llegar de 2 a 5 centímetros de diámetro. Es un poco higrófano, circunstancia que hace que al secarse su color palidezca al punto de volverse blanquecino. En su desarrollo pasa de convexo a plano, llegando incluso a deprimirse en la vejez, margen delgado y ondulado.




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