Sus bellas semillas a menudo se utilizan en la joyería y la fabricación de rosarios. Sin embargo, cuando el revestimiento se rompe pueden llegar a ser muy peligrosas. Su veneno impide la síntesis de proteínas, una de las tareas más importantes de la célula.
Síntomas: Inhalarla provoca dificultad para respirar, fiebre, náuseas y líquido en los pulmones. Si se ingiere (y el recubrimiento de la semilla se rompe ) causa náuseas y vómitos que conducen a la deshidratación y el atrofio de los riñones, hígado y el bazo. La muerte generalmente sobreviene en cuestión de tres a cuatro días.
Ubicación: es nativa de Indonesia, aunque se encuentra alrededor del mundo en climas tropicales y subtropicales.
Toxina: abrina. Sólo 3mg de esta sustancia (menos de lo que contiene una semilla) son suficientes para matar a un adulto.
En las semillas y los extractos solubles en agua de Abrus precatorius está presente una lectina llamada abrina, similar a la ricina y también muy tóxica.
La abrina es un dímero compuesto por dos proteínas subunidades, denominadas A y B. La cadena B abrin facilita la entrada en una celda de unión a ciertas proteínas de transporte en las membranas celulares, que luego el transporta la toxina en la célula. Una vez dentro de la célula, una cadena impide la síntesis de proteínas por inactivación de la subunidad 26S del ribosoma. Una molécula de abrina es capaz de inactivar hasta 1.500 ribosomas por segundo. Los síntomas son idénticos a los de la ricina, excepto que la abrina es más tóxica en varios órdenes de magnitud, la dosis mortal de ricina es aproximadamente 75 veces mayor que la dosis mortal de abrina. La abrina puede matar con una cantidad en circulación de menos de 3 microgramos.[cita requerida]
La abrina no penetra la piel intacta. Además del consumo por vía oral, otra posible ruta de exposición a la toxina es la difusión como aerosolo de una solución de abrina.
En la medicina alternativa, se emplea para curar llagas y rasguños, y las heridas causadas por gatos, perros y ratones. Para el tratamiento de los leucodermas, se utiliza en combinación con otros ingredientes. Las hojas de la hierba se usan para curar la fiebre, el resfriado y la tos. Las raíces se emplean para tratar la ictericia, masticadas como un remedio para la mordedura de serpiente y en pasta para curar dolores abdominales. La infusión de raíz fresca tiene propiedades anticonvulsivas y antimaláricas. La decocción de raíz seca se utiliza para tratar la bronquitis y la hepatitis. En la medicina ayurvédica, las hojas se emplean como expectorante, laxante y afrodisíaco, y para tratar el eccema, la urticaria, la estomatitis, la alopecia areata, la conjuntivitis, la migraña, la dismenorrea y los linfomas/leucemia.
Las semillas de Abrus precatorius son muy bonitas.1 Poseen un llamativo color rojo brillante, con un extremo negro, y recuerdan a una mariquita.4 Atraen mucho a los niños.1 Son muy valoradas en joyería4 y se emplean para hacer adornos (collares, pulseras, etc.),1 pero su utilización es peligrosa dada su toxicidad.3 4 Se han registrado casos de envenenamiento y muerte a raíz del pinchazo en un dedo con las semillas de los abalorios.4 Tienen actividad antimicrobiana e insecticida. Varias tribus africanas utilizan semillas en polvo como anticonceptivo oral. Las semillas también se emplean para tratar hinchazones dolorosas y la tuberculosis. Se dice que el veneno de las semillas se destruye con la cocción y se comen en ciertas partes de la India. Para teñir el cabello encanecido, se aplica una pasta hecha con hojas y semillas.